En el norte de Perú, a unos 20 kilómetros al este de la ciudad de Trujillo es un sitio arqueológico ubicado en grave peligro de extinción de la Quebrada de Santo Domingo, un muy histórico y paisajístico 32 kilómetros cuadrados seco valle del río. La apertura hacia el valle del río Moche y mecido por la colorida gama de Cerro Colorado montaña, se encuentra estratégicamente situado entre los complejos arqueológicos del Cerro Oreja (Período Gallinazo) y Cerro Arena (Período Salinar), y mira hacia el norte a través de una serie impresionante de arena estilo dunas hacia el Caballo Muerto / Complejo Galindo. Situado a unos cinco kilómetros de la conocida Moche de Huaca de la Luna.
Ubicada a pocos kilómetros de Trujillo, bajo la jurisdicción política del distrito de Laredo, la Quebrada Santo Domingo es uno de los espacios ancestrales más misteriosos y cautivadores del valle de Moche.
Camino Largo
La evidencia arqueológica indica que
en este valle actividad ritual humano desde el Período Intermedio Tardio Lítico
a Plazo 10.000 BC - AD 1400) e incluye refugios, andenes, canales, caminos
ceremoniales (una muy larga de 10 metros de ancho), así como muchos de piedra
punto y herramienta talleres.
Figura humana esquemática
Lo más impresionante y más amenazadas es una distribución densa de geoglifos que datan de 5000 aC a 600 dC que representa zoomorfos, antropomorfos, escenas de caza y espirales complejos.
Espiral triple
Muchos de los materiales de estas edificaciones arqueológicas: estructuras, paravientos y geoglifos hechos con piedras superficiales cuyas características los hacen únicos en el Perú y América, no con la variación y calidad gráfica figurativa de sus geoglifos, donde se incluyen además caminos y líneas antiguas.
Geoglifo en técnica “reductiva” formando un triple espiral. Notar a la izquierda una estructura de piedras, recintos y paravientos.
Gori Tumi
Echevarría López y Víctor Corcuera Cueva
Melissa MASSAT
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